En el tiempo de la Cuaresma se realizan unas prácticas piadosas de especial valor para Jesús que aparecen en el Sermón de la Montaña en los capítulos 5,6 y 7 del Evangelio de San Mateo, éstas son: oración, ayuno y limosna. ¿Qué es lo que tiene de valioso estas tres prácticas? Intentan sanar el desorden causado por el pecado, porque el pecado es desorden y por consiguiente la conversión es el retorno a Dios, retorno al orden; Dios trae orden a la vida. La Oración ordena nuestra relación con Dios de modo más rápido y seguro : Quien es Dios y quienes somos nosotros. La Limosna es una muestra de generosidad con los más necesitados, así se sana la relación con los demás. El Ayuno para recuperar verdadero dominio de sí mismo, sana el desorden del deseo desbocado de placer que rompe con las barreras de la justicia, el buen comportamiento y los mandamientos de Dios.
"Cuando tú le abres el corazón a Jesús, Él reina, Y Él es quien va ordenándolo todo en tu vida."
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