ABRIL EN RIOHACHA

Seguimos en la Pascua, época en que esperamos ansiosamente también Pentecostés, para que nos ilumine el Espíritu Santo aún cuando muchas de nuestras realidades son difíciles.
Un ejemplo en esto está la pequeña ciudad de Riohacha, hay muchas necesidades al tiempo que mucho por hacer, además de problemas morales preocupantes, esto me hace recordar la celebración del pasado Jueves Santo en la Parroquia Divina Pastora, donde están nuestros hermanos Capuchinos y el grupo de juventud franciscana “JUFRA”, éste día ellos presentaron a través de diferentes personas nuestra realidad ciudadana con las características propias que nos aquejan y que no sabemos cómo actuar frente a éstas: la madre joven y soltera, el abogado corrupto, el padre que maltrata a su familia, el borracho, la desplazada, el mendigo, la prostituta, el homosexual, la drogadicta, la enferma desahuciada, la joven satánica y el niño, que son en definitiva un llamado a servir como Jesús lo hizo en la última Cena con sus amigos, reflexionando, surgen muchos interrogantes y una respuesta; Estamos sirviéndole honestamente? Jesús está presente gritando cómo hay que servirle, con su ejemplo de lavarles los pies, les devuelve ante todo su dignidad humana, nosotras como hermanas capuchinas continuamos haciendo poco con nuestra labor diaria, para que el grupito de personas que nos rodean encuentren paz y cercanía primeramente, para después cambiar muchos sentimientos de indiferencia que hay entre nosotros y hacernos responsables unos de otros como Cristo nos enseña.
Nunca perdemos la esperanza para brindarles la alegría de la Pascua, con la sencillez de nuestro actuar, en el que Dios nos exhorta a ser unas Capuchinas coherentes y cariñosas, principalmente con aquellos que muchos ignoran.
Que el Espíritu Santo de Dios more en nosotras y nos siga mostrando el camino para saber qué hacer y al tiempo seamos dóciles al mandamiento del Amor sin condición.

Hna. Luz Esperanza