Congregación religiosa fundada en Roccalumera por los Siervos de Dios Francisco Maria de Francia y Verónica Briguglio, está presente actualmente en Italia, Polonia, Slovacchia y Colombia: Riohacha, Mogotes(S.S.), Medellìn y Bogotà.

domingo, 13 de abril de 2008

“Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen”

Por los sacerdotes que he encontrado en mí en mi vida... Muchas veces he experimentado el agradecimiento y el afecto especial por los sacerdotes que me han construido como persona y religiosa, me han hecho mejor cristiana, cuando he hablado con ellos me siento renovada y gracias a ellos, hoy soy lo que soy porque me siento como en casa!
Entonces vienen a mi mente todos los sacerdotes que me han consolado, aclarado, animado y exhortado; frente a ellos en el sacramento de la Confesión o en la guía espiritual me muestro como frente al mismo Jesús, tener un sacerdote cerca es una gracia de Dios que valoro infinitamente, que hubiera sido de mi vida si no me hubieran cargado como oveja sobre sus hombros cuando estaba extraviada?.
Ahora bien, hoy día del buen Pastor recordé la homilía de un diácono Pavel Assia, el pasado Jueves Santo, en la que expresó la importancia de un sacerdote en un pueblo y me preguntaba si la vocación de un sacerdote se reduce a la administración de los sacramentos nada más, y reflexionando, me convenzo de que es la esencia del actuar del sacerdote; cuando se desgasta y se entrega por sus ovejas, lo que hace la diferencia de una profesión más.


De modo que, me doy cuenta de lo importantes que son los sacerdotes en mi vida! Ellos son la prolongación de Jesús, cuando veo que sacrifican su tiempo por atender al perdido, cuando logran transformar nuestras actitudes egoístas, cuando salimos alegres de una confesión para comenzar de nuevo, cuando recuerdan nuestro nombre y saben bien que tareas nos dejó la última vez que a él acudimos, cuando veo que amar al anciano, al niño, a la mujer, al joven.
En síntesis; el pastor conoce a sus ovejas en particular, a pesar de su naturaleza de hombres en el mundo, siguen luchando por dar testimonio, siendo célibes, pobres y obedientes por el Reino de Dios aquí y ahora aún sin tener un cleriman puesto.
Sigamos orando por ellos, los que conocemos, los que fueron y serán, esos hombres que hacen las veces de Jesucristo Buen Pastor entregado para salvarse, salvando vidas. Recordando lo que decía nuestra Madre Verónica: “Hacia los sacerdotes usen siempre la obediencia, respeto y dignidad”
Para concluir, su vida como Pastores de la Iglesia sigue llamando la atención como signo de contradicción en medio de éste mundo lleno de tentaciones para ellos, a ellos Dios los bendiga siempre y la Virgen del Buen Pastor los tenga protegidos en su corazón.

Hna. Luz Esperanza

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